domingo, 15 de mayo de 2016

Salón del libro infantil y juvenil. Centro cultural Conde Duque.


A raíz de realizar la actividad de creación literaria, me vino a la mente "el salón del libro infantil y juvenil"  del centro cultural Conde duque (en Plaza España-Madrid).  Las pasadas Navidades tuve la oportunidad de colaborar con ellos en el pabellón infantil, en el que se llevaban a cabo talleres, cuentacuentos, y donde contaban también con una sala de lectura y exposiciones.

Formé parte del salón en su 39º Edición, su lema durante esta edición fue "Libros sin barreras"  con el fin de "concebir esta actividad como un espacio para la inclusión, la igualdad y la solidaridad.  Un salón que, además, propiciara el contacto y el intercambio entre niños, con y sin discapacidad, visibilizara estas realidades y favoreciera que autores y editores dieran una imagen positiva sobre ella, que los agentes culturales tengan en cuenta la accesibilidad a la hora de programar sus actividades y que, en definitiva, la lectura se convierta en un instrumento para la normalización educativa y social de niñas y niños con discapacidad"

Esta edición se desarrolló del 14 de diciembre de 2015 al 3 de enero de 2016.
Durante estos días, las actividades que se realizaron en mi pabellón fueron totalmente  gratuitas, contábamos con 300 metros cuadrados  multidisciplinares, con varias zonas diferenciadas.

Una zona destinada a los cuentacuentos/ cuentos teatralizados,  separada del resto con 2 grandes cortinas, contaba con alfombras redondas, en las que se podían sentar cómodamente los niños a escuchar, para las familias teníamos varias filas de sillas, unas 20 en total, situadas en la parte a atrás, desde mi punto de vista esta zona debería haber sido más grande.
La entrada era libre, hasta completar el aforo de 30 personas. Las familias hacían fila esperando su entrada hasta 15 minutos antes de que empezara la actividad, y algunos niños se quedaban sin entrar, los padres que iban con hijos pequeños en carritos tampoco podrían acceder (los carros estaban prohibidos), creo que deberían haber buscado alguna alternativa, como ampliar la zona, ya que el cupo de asistencia a estas actividades siempre era total.

En la zona de los talleres, el espacio estaba limitado por una valla blanca.
El número de niños en los talleres no superaba los 20, en algunas ocasiones dependiendo del taller el número variaba.

Los talleres estaban recomendados por edades, para acceder  a ellos se necesitaba una entrada que se adquiría el mismo día, unas horas antes. Aquí ocurría algo similar a lo de la anterior zona, había muchos niños y poco espacio.

La última zona era la biblioteca, destinada a la lectura,  los libros estaban expuestos en estanterías mostrando sus portadas, contaba con unas cajas de plástico rojas donde las familias podían depositar los libros ya leídos.

Los libros estaban clasificados por etiquetas de colores, según la edad, orientando la lectura de los padres. Deciros también que estos libros estaban cedidos por la comunidad de Madrid y no podían ser prestados.

Las exposiciones estaban expuestas a lo largo del pabellón, siempre acorde con su lema "libros sin barrera".


También contábamos con la librería "Camelot"  (de Fuenlabrada-Madrid),  especializada en literatura infantil y juvenil.

La actividad con la que más disfrutaban los niños era con el cuentacuentos, normalmente venían a contar los Cuentos sus autores, que se caracterizaba para tal ocasión, cosa que a los niños les volvía locos, recuerdo a personajes como piratas, hadas, ratones........

Aprovechando el lema de "libros sin barreras", la O.N.C.E., acudió a presentar varios libros de su propia edición, "Nacho pista tenista" , "Aitor aviador",  "Rosalía la espía", "Amador actor", "Aurora locutora" y "Silvia bailarina". Estos libros narran las vivencias de niños con algún tipo de necesidad, se pueden encontrar en la página web de la O.N.C.E.,  en las lenguas oficiales y en diferentes formatos.

Las personas que contaban  estos libros tenían algún tipo de necesidad especial (aunque no siempre) y estas narraciones estaban acompañadas de un intérprete en lengua de signos.

Estos libros eran regalados a los niños al salir del salón.

también les gustaban Los talleres pero solían hacer manualidades, por ejemplo hicieron un taller de cocina ya que el libro era de recetas. También se contaban cuentos cortos, después se pintaba una lámina del animal que más les había gustado.

En la zona de lectura, deciros que claramente no había silencio, las familias contaban una y otra vez los libros a sus hijos, incluso entre ellos, era un placer presenciar esa escena.

Os recomiendo visitar este centro, la verdad que a mí me encantó.

Os dejo el programa. por si queréis conocer las actividades con mas detalle.

http://condeduquemadrid.es/wp-content/uploads/2015/12/Programa-39-Sal%C3%B3n-FINAL.pdf


Os muestro una foto con Gerónimo stilton, que nos visitó para firmar libros


Un saludo lectores.

Páginas consultadas
http://www.fundaciononce.es/es/noticia/fundacion-once-presenta-su-coleccion-de-cuentos-infantiles-en-catalan-euskera-gallego-y-en

http://condeduquemadrid.es/evento/xxxix-salon-del-libro-infantil-y-juvenil-de-madrid-slijm/

1 comentario:

  1. Una estupenda entrada. Te la anoto como voluntaria. Si me hubieses dicho que ibas a ir, te habría dado el nombre de dos amigas que están en la organización para que las saludaras.

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